Dias en Once

La escuela fue el Cievyc y tuve la suerte de tener a varios maestros buenos. Había como cierta “Cultura Cieviquelina” que se daba ahí dentro, donde había mucha cinefilia y ganas de hacer cosas. A medida que fue pasando ese primer año, me decidí a salir por primera vez de mi casa y mudarme al barrio de Once, junto a un compañero del Cievyc. Así que mi departamento se convirtió en un punto de encuentro para muchos cieviquelinos. Era la generación VHS, Liberarte, Mondo Macabro y Video Beats que eran otros puntos de encuentro de la pandilla del cine. Me acuerdo que una tarde en el patio del Cievyc, se me acercó un pibe y vio que tenía una remera de Eraserhead, y me dijo: no puedo creer… donde la compraste? Le dije: la mandé hacer... Desde ese dia nos hicimos amigos : Pablo Conde. Después lo dejé de ver porque se había cambiado al ENERC. Pero sus cumpleaños siguieron siendo el acontecimiento del año, así que nos seguimos encontrando. Era al revés, porque el te regalaba un CD con música de acuerdo a tus gustos. 

Sebastian Tolosa y Fede Juarez, cambiando película en el videoclip de 

"La Morza". Foto en Once

Después fue la hora de los maestros, que tendría que haber sido primero. Si bien en esa época no me di cuenta de lo valioso de sus aportes, tuve la suerte de estar en Dirección con Martín Rejtman (que todos odiaban), con Claudio Caldini, que tenía una materia de Cine Experimental (aun conservo el programa) Gustavo Fontán en Guión y Ricardo Holcer en Dirección de actores, y especialmente a Eduardo Milewicz en Dirección I y II, que fue el maestro que más me inspiró a seguir con el cine. Y quizás en ese momento fue la primera vez que reflexione sobre la necesidad de adoptar un maestro, tener un faro más o menos por donde ir. Después fueron otras las cubiertas que adopte del cine. La clases de Caldini eran buenas y de alguna manera la proyección de “Ofrenda” en una de sus clases, también me marcó fuertemente, fue ahí que de verdad entendí el dispositivo cinematográfico y también fue la primera vez que vi una proyección de super 8. Quizás para muchos era algo común pero para mi, que venía de Varela, de una familia de trabajadores, fue un encuentro cercano de tercer tipo. 

Bela y amigos

Realmente por aquella épocas nada me inspiraba o nada tenía como objetivo para mi vida, mi buen pasar en el trabajo me cubría bastante las necesidades de esa juventud. Sin embargo el encuentro con Eduardo y sus clases, fueron determinantes en muchos aspectos, porque él tenía una forma de entusiasmar a todos, para salir a filmar. Recuerdo que una vez nos dijo: ustedes se van a encontrar con gente que quiere hacer cine y gente que quiere hacerse del cine, hay diferencias, son pájaros de diferente plumaje y en un momento van a tener que optar con quien volar. Esa frase no pasó inadvertida, había un flujo interno que hizo que la adoptara, y más adelante ver cosas que no estaba viendo.

Eduardo: Y que les dará el cine a cambio, ya que a ustedes están aquí sentados!